jueves, septiembre 02, 2010

carta abierta al responsable

Querido Ser:
En medio de mi inquietud diaria, te escribo por primera vez, y te pido que seas sincero... ¿soy aún muy torpe con la vida? ¡como me cuesta asumirlo! Es ese el por qué de esta ridícula carta.
Mi alma está inquieta estos días, mis vivencias son tan extrañas... igual las disfruto y no me canso de preguntarme ¿qué sigue ahora?
¡Los días pasan tan rápido! qué acelerado es el mundo, yo me quedo suspendida en el aire a veces, para intercambir miradas con el presente al que nadie ve.
Siento olor a frutilla. La primavera me estará pisando cuando abra los ojos y todo corre sin detenerse. Es por eso quizás, que soy torpe. O lenta. O simplemente quiero serlo.
Un amigo me ha dicho días atrás, que el amor es como la muerte, llega cuando menos lo esperamos. Sea esto verdad o no, acá estoy sentada, tratando de no esperar nada, porque me gusta que me sorprendan, más si es con un beso.
¿Cómo es posible que no me digas lo ausenta que estoy? ¿No ves como desaparecen mis manos tras estas líneas desprolijas? A veces dudo de tu buena voluntad, pero en seguida caigo en la cuenta de que mi cabeza está mezclada con mi corazón, y a su vez con mi siniestra mano que hoy te escribe.
Vos haceme caso, ignorame totalmente.
Siempre te querré, aunque muera de desamor mañana mismo y mis ojos inunden este lejano lugar.
Soñame todas las mañanas.
Recordame cuando el olor a tierra mojada te refresque.
Llorame si me voy algún día.
Esperame por si vuelvo.
Nombrame susurrando antes de tirarte al vacío.
Perdoname.

P.

No hay comentarios.: